Corrìa el año 1959. La imagen de la Virgen de Fátima fue llevada a Italia; y, como era costumbre en estos casos, fue recorriendo las ciudades más importantes y, en ellas, las iglesias con mayor capacidad, comenzando por la iglesia catedral.
El día en que la imagen llegó a Italia, el 25 de abril, el Padre Pío cayó enfermo de pleuresía. ¿Motivo? Se había ofrecido como víctima a la Virgen María para que esa peregrinación de su imagen por Italia produjera abundantes frutos espirituales. Y así, enfermo, casi siempre en cama, y en ocasiones ingresado en el hospital “Casa Alivio del Sufrimiento” fundado por él, permaneció hasta el día 7 de agosto.
¿Qué sucedió a lo largo de estos tres meses?
El Padre Pío siguió ofreciendo el acostumbrado pensamiento de orientación espiritual antes del rezo del “Ángelus” a mediodía; pensamiento que, más que en otras fechas, giraba en torno a la Virgen María: como invitación a prepararse para la visita de la Virgen; como reclamo a la imitación de sus virtudes; como llamada al rezo del Rosario…
Aunque San Giovanni Rotondo no era ciudad importante, figuraba entre los lugares en los que debía detenerse la mencionada imagen, sin duda en atención al Padre Pío. Llegó el día 6 de agosto y fue recibida con gozo en el santuario de Nuestra Señora de la Gracias del convento de Capuchinos.
Lo que sucedió allí nos lo cuenta un testigo ocular, el Padre Rafael de Sant’Elia a Pianisi:
- «La iglesia permanece abierta día y noche y está siempre abarrotada de fieles que rezan. El Padre Pío está en cama y reza. Al día siguiente, 7 de agosto, lo bajan a la iglesia, sentado en una silla, y cada tanto se detienen para no cansarlo. Cuando está a los pies de la Virgen, conmovido y con lágrimas en los ojos, la besa con afecto y coloca en sus manos un Rosario bendecido por él; después se le sube porque está cansado y por miedo a un colapso... más de tres meses de enfermedad, de ayuno y de cama...
Por la tarde, la Virgen es llevada a la Casa Alivio del Sufrimiento, donde recorre todas las secciones, y, por fin, es subida a la terraza, donde el helicóptero está preparado para partir».
¿Qué hizo el Padre Pío en ese momento?
Sigue diciendo el escrito del Padre
- «El Padre Pío manifiesta su deseo de querer saludarla de nuevo antes de que se marche, y, de nuevo sentado en una silla, es llevado al coro de la nueva iglesia y se asoma a la última ventana de la derecha de quien mira desde la plaza.
Entre los “vivas” de una gran multitud de fieles, el helicóptero emprende el vuelo, pero, antes de enfilar la ruta prefijada, da tres vueltas sobre el convento y la iglesia, para saludar al Padre Pío. Éste, al ver el helicóptero que se mueve con la Virgen, conmovido, con fe y lágrimas en sus ojos, dice:
-“Señora, Madre mía, llegaste a Italia y yo quedé enfermo; ahora te vas y ¡me dejas enfermo!”. Dicho esto, baja la cabeza, mientras un escalofrío lo sacude y recorre todo su cuerpo. El Padre Pío ha recibido la gracia y se siente bien. Al día siguiente, aunque casi todos se lo desaconsejan, puede celebrar en la iglesia. Por la tarde, llega de forma providencial el doctor Gasbarrini, que lo examina minuciosamente, lo encuentra clínicamente curado y dice a los frailes presentes, entre los que me encontraba yo:
-“El Padre Pío está bien y mañana puede sin reparo alguno celebrar en la iglesia”».
Oramos
Maria, auxilio y protectora nuestra, haznos partícipes de la necesidad de amar a tu HIJO, Nuestro Señor Jesucristo, de comprender sus enseñanzas y poder trasmitirlas a los que la ignoran, para poder compartir con ellos la felicidad de vivir la verdad del evangelio, te pedimos que irradies tu luz de esperanzadora hacia todos los corazones sobre todo de aquellos que están sin hogar donde vivir, o sin empleo para sostenerse por aquellos que están enfermos tanto del alma como en el espíritu. Virgencita, guárdanos en tu corazón inmaculado.
Letanìas al Inmaculado Corazòn de María
Señor, ten piedad...
Cristo, ten piedad...
Señor, ten piedad...
Cristo, oyenos.
Cristo, escúchanos
Dios Padre celestial,
Ten piedad de nosotros.
Dios Hijo Redentor del mundo,
Ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo,
Ten piedad de nosotros.
Santa Trinidad, un solo Dios,
Ten piedad de nosotros.
Santa María ruega por nosotros
Corazón Inmaculado de María, “
Corazón Inmaculado de María, lleno de gracia
Corazón Inmaculado de María, vaso del amor más puro
Corazón Inmaculado de María, consagrado íntegro a Dios
Corazón Inmaculado de María, preservado de todo pecado
Corazón Inmaculado de María, morada de la Santísima Trinidad
Corazón Inmaculado de María, delicia del Padre en la Creación
Corazón Inmaculado de María, instrumento del Hijo en la Redención
Corazón Inmaculado de María, la esposa del Espíritu Santo
Corazón Inmaculado de María, abismo y prodigio de humildad
Corazón Inmaculado de María, medianero de todas las gracias
Corazón Inmaculado de María, latiendo al unísono con el Corazón de Jesús
Corazón Inmaculado de María, gozando siempre de la visión beatífica
Corazón Inmaculado de María, holocausto del amor divino
Corazón Inmaculado de María, abogado ante la justicia divina
Corazón Inmaculado de María, traspasado de una espada
Corazón Inmaculado de María, coronado de espinas por nuestros pecados
Corazón Inmaculado de María, agonizando en la Pasión de tu Hijo
Corazón Inmaculado de María, exultando en la resurrección de tu Hijo
Corazón Inmaculado de María, triunfando eternamente con Jesús
Corazón Inmaculado de María, fortaleza de los cristianos
Corazón Inmaculado de María, refugio de los perseguidos
Corazón Inmaculado de María, esperanza de los pecadores
Corazón Inmaculado de María, consuelo de los moribundos
Corazón Inmaculado de María, alivio de los que sufren
Corazón Inmaculado de María, lazo de unión con Cristo
Corazón Inmaculado de María, camino seguro al Cielo
Corazón Inmaculado de María, prenda de paz y santidad
Corazón Inmaculado de María, vencedora de las herejías
Corazón Inmaculado de María, de la Reina de Cielos y Tierra
Corazón Inmaculado de María, de la Madre de Dios y de la Iglesia
Corazón Inmaculado de María, que por fin triunfarás
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo,
Perdónanos Señor
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo,
Escúchanos Señor
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo,
Ten piedad de nosotros.
V. Ruega por nosotros Santa Madre de Dios
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo
Oremos
Tú, que nos has preparado en el Corazón Inmaculado de María una digna morada de tu Hijo Jesucristo, concédenos la gracia de vivir siempre conformes a sus enseñanzas y de cumplir sus deseos.
Por Cristo tu Hijo, Nuestro Señor. Amen
Feliz día de Nuestra Señora !
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